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El diseño de la campaña electoral de PEDRO SÁNCHEZ para las elecciones generales anticipadas del 23 de julio fué irresponsable y peligroso porque apuestaba por la división del país en dos bandos y por estimular hasta el extremo las tensiones, odios y miedos que crean un ambiente propicio para el estallido de un conflicto civil.
Desesperado, PEDRO SÁNCHEZ, para conservar el poder, no ha tenido escrúpulos ni frenos éticos para arrojar gasolina al fuego, a pesar de que esa misma estrategia le llevó a la derrota en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
Algunos expertos hablan del peligro de una nueva guerra civil en España, consecuencia de las divisiones, daños, odios, enfrentamientos y frustraciones provocados por el gobierno de Pedro Sánchez y la política socialista.
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