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En 1984 Pablo Escobar se ofreció a pagar la deuda externa de Colombia, que era de unos 20.000 millones de dolares de los de entonces, a cambio de su amnistía.
El gobierno de Nicolás Gaviria contestó dignamente que que imagen daría un gobierno, y por ende un país, que se dejaba comprar por un delincuente.
El gobierno de España no solo se va a vender a un delincuente por 7 votos, sino que le va a regalar 15.000 millones de todos los españoles.
España no se merece esta ignominia solo para que un narcisista patologico pueda seguir creyéndose un gran lider mundial.
