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Un 15 de agosto de 1871 , Albert Pike – un capitán del ejército de los Estados Unidos- envió una curiosa carta al político italiano Giuseppe Mazzini en la cual, se atrevía a señalar que -a partir del año 1900- se sucederían dos guerras mundiales que cambiarían el mundo.

Por desgracia acertó.

“Hay que fomentar la Segunda Guerra Mundial aprovechando las diferencias entre los fascistas y los sionistas políticos.

Hay que provocar esta guerra para que el nazismo sea destruido y para que el sionismo político sea lo suficientemente fuerte como para instituir un Estado soberano de Israel en Palestina.”

Por último, la carta afirma que se producirá una Tercera Guerra Mundial entre los “sionistas políticos” y los “líderes del mundo islámico”.

“La guerra debe llevarse a cabo de tal manera que el Islam [el mundo árabe musulmán] y el sionismo político [el Estado de Israel] se destruyan mutuamente.

Mientras tanto, las demás naciones, una vez más divididas sobre esta cuestión, se verán obligadas a luchar hasta el agotamiento físico, moral, espiritual y económico”.