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La maldita «ideología de género» es una perversión de la naturaleza humana que ya está implementada y asumida en muchos ámbitos de la sociedad y que, lejos de detenerse en cada una de sus victorias legislativas y sociales, sigue como una apisonadora conquistando nuevas metas a cada cual más perversa.
Su objetivo final no es otro que la sustitución artificial del concepto de familia natural, por una serie de teorías, conceptos y experimentos sociales que sólo buscan la disociación del individuo de su naturaleza física, social y espiritual para poder manipularlo más fácilmente.
Sus víctimas primordiales son los niños, y uno de los objetivos más urgentes es el de promover la normalización de la transexualidad entre los ellos.
Adoctrinar a los niños desde pequeños con la mentira de que pueden estar atrapados en el cuerpo equivocado altera la experiencia que el niño tiene de la realidad.
La ideología transgénero en los colegios es un abuso psicológico que a menudo lleva a la castración química, la esterilización y la mutilación quirúrgica.
Otro de los objetivos que no tardaremos en ver es la normalización de las relaciones sexuales entre adultos y niños: la pederastia.
¿Como lo están haciendo ya?
– Crean leyes que obligan a normalizar los comportamientos transgénero en los colegios.
– Multan y persiguen a las personas que promuevan alternativas asistenciales a las personas que sufren de disforia de género.
– Introducen en los colegios materiales, charlas, actividades que promueven la transexualidad.
– Organizan eventos municipales y sociales destinados a niños y a familias dirigidos por adultos travestidos o mutilados.
– Introducen en el debate público, a modo de ventana de overton, los supuestos «derechos sexuales de los niños» y el uso pernicioso del término «consentimiento» aplicado a las relaciones con adultos.
– Promueven el adelanto de la edad de iniciación sexual entre los menores de edad.
¿Os suena de algo todo esto?. Pués está pasando ¿eh?
