Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable.

Nunca recurras a la verdad, ni a la realidad, salvo que estés dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión.
La vida es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasías son como un oasis en el desierto: todos van hacia ellas.
Apelar a las fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder.